Un joven de 22 años, de Las Vegas, Nevada, duplica todo su capital en el casino .
Adicto a las apuestas, especialmente a los juegos de cartas, como el Black Jack y el Poker, y cansado ya de perder grandes cantidades de dinero, el joven decide vender todas sus pertenencias, entre las cuales se encontraban la casa que su madre le había dejado de herencia, su viejo coche, por el cual le darían poco dinero, y por último, algunos ahorros que tenía para emergencias medicas o para último recurso, para juntarlos e irse al casino, en una acción podría decirse, “a todo o nada”, antes dirigirse al casino, se comunica con un amigo para avisarle lo que haría, y que en caso de perder, se iría a vivir con él, pero que quería estar solo en la mesa del casino. Una vez dentro del mismo, cambia fichas por 150.00 u$s y las apuesta repentinamente y si pensar al colorado (permitido en ciertos casinos de Las Vegas (Luxor)), en pocos segundos se amontona una gran cantidad de personas a su alrededor a alentarlo. Comenta “me temblaban las piernas y se me secaba la boca de los nervios”. El crupier lanza la bola, da 9 vueltas por la rueda y empieza a caer dando saltos, parecía que caería en el 13 justamente “la mala suerte”, pero toma una curva y se deposita en el 36 volviendo loco a una multitud de personas y duplicando así, todo el dinero apostado.
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